Habia dos noticias, una horrible, habian secuestrado a Sofía y necesitaba 10.000 dolares para salvarla, y otra buena, estaba viva. Dos cosas tenia claras, la primera, hay que ser tonto para quedar en un sitio con tantas personas, Starbucks, y la segunda, conseguiría 10.000 dolares y salvaría a Sofía aunque por ello tuviera que dar su vida para ello.
Raúl ya tenía los 10.000 dolares y lo tenía todo organizado, pero, aquella tarde nadie apareció, y no se volvió a saber de Sofía.
Despues de un mes y medio...
Raúl llevaba noches y noches sin dormir llorando y pensando en ella, cada noche rezaba por que volviera sana y salva, y poder abrazarla fuerte y decirle que la amaba como nadie. No comía, se estaba abandonando, porque para el estar sin Sofía era como morir.
Sus amigos y las amigas de Sofía estaban muy preocupados por él, lo entendían, ellos tambien sufrían mucho, no dormian y rezaban por que volviera, pero, temían que hiciera alguna locura. Él ya lo habia pensado pero no iva a dejar a Sofia. Lo apoyaban y le ayudaban en lo que fuera que necesitara.
Como cada dia fueron a su casa.
-¿Se saben algo de ella?- preguntó Héctor.
-No, siguen sin ninguna pista- respondió Raúl con una voz cansada.
-Bueno, hay que tener fé, la encontrarán- dijo Sara.
-Lo sé, pero la hecho tanto en falta... Necesito acordame de su voz, de su olor,... necesito abrazarla- dijo Raúl con los ojos llorosos.
-Todos la añoramos...- le respondió Valeria.
- Y tu tienes que estar sano para cuando vuelva y para eso hay que comer, hemos traído pizza, y tu vas a comer- exclamó Austin.
Todos comieron pizza, por la tarde se llevaron a Raúl a dar un paseo.
Ya en casa...
El teléfono de Raúl sonó, era un teléfono desconocido.
-¿Diga?
-Raúl-dijo una voz femenina.
-¿Sofía?¿eres tu?¿Sofía?- La llamada se cortó.
Raúl no se lo creía, salió al salón y se sento lentamente en el sofá, y apoyó los brazos en las piernas y la Cabeza en ellos.
-¿Que pasa?- preguntó extrañada Valeria.
-Es...es...esta...viva- respondió Raúl entrecortado.
-¿Quien?- pregunto Héctor.
-Sofía, Sofía esta viva-dijo Raúl.
-¿Como lo sabes?- pregunto Sara.
- Acaba de llamar...
-¿Estas seguro que era ella?- volvió a preguntar Sara.
-Su voz es inconfundible, estoy seguro que era ella.
Todos estaban asombrados. No sabian que decir, Valeria y Sara se abrazaron y empezaron a llorar.
Raúl llamo al policia Smith, un policia que estuvo ayudandoles todo el tiempo ha encontrar a Sofía.
-¿Quien es?
-Soy Raúl.
-Oh Raúl, ¿que pasa?
-He recibido una llamada, era Sofía.
-¿Estas seguro?
-Si, y quería que rastreases la llamada.
-Claro trae el movil a mi oficina.
-Vale voy para allá.
Raúl fue con sus amigos a la oficina y le dejo el movil, después de una hora, le llamo el policia
-¿Ya sabe donde esta?
-Si-en ese momento a Raúl se le puso una sonrisa de oreja a oreja.
-Gracias, muchísimas gracias.
-No hay porque darlas, es mi obligación como policia ayudar a los demas.
-¿Que van ha hacer para salvarla?
-Al parecer estan en un almacén abandonado, haremos una redada esta tarde.
-Vale ire con vosotros.
-Es muy peligroso.
-Me da igual.
-Bueno, pero ten cuidado.
-Lo tendré.
Por la tarde en la redada...
-Quedate aqui- le dijo el policia Smith a Raúl.
-Pero...
-No te preocupes sacaremos a Sofía de alli sana y salva.
Uno de los policias con los dedos empezo a contar hasta tres, a la de tres entraron todos.
-Policía, las manos donde pueda verlas- escuchaba de fondo.
Después de diez minutos sacaron a Sofia y un monton de gente, parecia una mafia.
Sofía fue corriendo a por Raúl. Se abrazaron, y se hecharon a llorar.
-Te he hechado tanto de menos.
-Yo a ti tambien.
Se miraron a los ojos y se besaron.
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